La iconografía románica tiene su origen en las pinturas y mosaicos bizantinos, en el arte capto, y en el prerrománico europeo.
Tiene un gran poder expresivo, mucha falta de realismo, esquematización y atemporalidad, carece de volumen siendo figuras planas, con fondos uniformes y las figuras son destacadas con lineas de contorno negras y gruesas.
Trata temas como la visión del todopoderoso según el Apocalipsis (Pantocrator con Tetramorfos, contemplados por los veinticuatro ancianos del Apocalipsis), escenas de la vida de la virgen , representación antropomórfica del demonio y en la escultura exenta, representa a cristo crucificado, a cristo en majestad y a la virgen María sentada con el niño.
Esta iconografía estaba presente en la escultura y en la pintura, teniendo una finalidad docente.
Cristo en Majestad.
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